Herta y Yo: la historia de dos almas que se unieron en el Alto Egipto
Resulta que llegué a Aswan ciudad en la que debía embarcar en el crucero que íbamos a hacer por el Nilo
Empecé a sospechar que algo no iba bien cuando vi que estaba rodeado de puro gringo color ajo hervido y su español me sonaba recontrararo, las sospechas las dejé a un lado cuando un grupo de cinco rubias tipo propaganda de chela y con toda la pinta de turistas degeneradas (que son las mejores turistas) hicieron acto de presencia con unos shorts que tuvieron efecto almidón en mí (me pusieron más duro que tesorero judío), en eso apareció el guía y empezó a dar su speech y me parecía que estaba conversando con un contador (no entendía ni un carajo) al terminar el guía siendo un hombre experto me dijo:
- Tú no hablas alemán ¿no?.
- Bueno, cuando me lo hablan en español si - le respondí
- ¿Por qué te has venido a este grupo?, tú debe estar con los españoles.
- Pues por favor coordina para que me pasen a un grupo hispanoparlante - le pedí.
- Ahora lo hago no te preocupes…- y mientras marcaba me iba diciendo - que raro, no parece un error porque te tengo aquí en la lista, mañana en el bus a Abu Simbel te toca con Herta la chica que viene sola.
Al solo escuchar eso salté como un resorte y le quité el celular con tan mala suerte que en mi ahínco terminé metiéndole un cachetadón que le dejó marcados hasta los números en la mejilla, el logo de Nokia se le veía clarito
- Disculpa - le dije tímidamente - creo que me quedo en este grupo además me servirá para practicar mi alemán – aunque que el único alemán que conozco es el cholo Alemán el fotógrafo de Mollendo.
Ya me imaginaba viajando por el Nilo con Herta y su shorcito juntos los dos como Ramsés y Nefertari
- ¿En serio quieres quedarte?, ¿sabes alemán? - el guía me miraba furioso (además del cachetadón, estaba el plomazo que es para ellos traducir las explicaciones a los dos idiomas)
- Sé un poquito de alemán - le dije
Me quedó mirando inquisitivamente como diciendo '¿a ver?', no podía dudar pues Herta y yo merecíamos nuestra oportunidad
– Claro que sé algo de alemán por ejemplo sé decir volsvaguen, berlin, jitler, bmw (que son siglas pero el carro es alemán), bayer de miunich, hamburguesa (que de hecho tiene que ser de Hamburgo), von jumbol, Pizarro (que si bien no es alemán, jugo en Alemania y es buenísimo), Otto Kuntz (dejé las frases complejas a final para impactarlo)
Me quedé mirándolo súper seguro de que di una cátedra de idioma germano, al final el tipo se paso la mano por la cara y se fue.
Decidí que esa noche tenía que estar espectacular (cosa no muy difícil para un representante de la belleza sur-peruana) no importaba que cualquiera de las cinco chicas sea Herta porque la más fea mínimo salía miss mundo (y hasta quedaba finalista en miss Mollendo), esa noche bien bañado y perfumado subí al comedor del buque decidido a interpretar mi papel a lo Humphrey Bogart en Casablanca las Hertas estaban para chuparse los dedos (aunque las que estaban para chuparlas eran ellas), pero no había que precipitarse era un cazador al acecho, como el tigre experto no asalté a la presa a la primera me hice el distraído y me salió tan bien que le metí un puntazo a una maceta y como estaba con slaps dejé de recuerdo medio dedo gordo, pero como un tigre experto me las tuve que aguantar con un imperceptible "hum" no podía titubear de seguro las Hertas estaban mirándome (aunque debían tener ojos en la espalda porque ni volteaban, de momento me conformaba con sus espaldas, no me hubiera importado quedarme con sólo sus espaldas), en la fila del bufete casi me mato, pues me puse a esconder la panza y por hacerme el Humprey Bogart le cedí el sitio a una viejita que con gestos me dijo "no", pero un hombre amable insiste, también con gestos y una amable sonrisa le dije: "pasa no más vieja, que no lo hago por ti sino por los cuerazos que me están viendo", al final pasó y me di cuenta porque me decía "no" venía acompañada de 36 viejas más, llegué morado de tanto sumir la barriga hasta el primer plato del bufete que para mi suerte eran las aceitunas así es que agarré un puñado y me fui lo más elegantemente posible tras de una puerta a tratar de recuperar el aire y comer aceitunas todo el rato porque un tigre experto no repite fila del bufete delante de las víctimas, así la noche discurrió en ese plan yo mostrando mi perfil de lobo solitario (y dejando el resto del dedo gordo en esa maceta de m... que estaba tan mal puesta que reincidí en patearla) y ellas alocadas tratando de impresionarme desde lejos (bien lejos pues se fueron a la discoteca), el tigre experto estaba preparándose para la cacería final.
Al día siguiente muy temprano y con el dedo perfectamente vendado lo cual caía a pelo porque todo hombre herido es un héroe para una mujer (y buen negocio para un crucero, porque estos egipcios no creen en nadie me cobraron la venda como si fuera silla de ruedas), perfumado, afeitado y con mi amado polo D&G en ristre (tuve que sacar un préstamo para poder comprarlo) me fui a sentar en la fila del fondo junto a la ventana y me puse sexy mirando al horizonte, el tigre experto no mira la presa hasta el momento preciso, así estuve durante un largo rato (más o menos dos hora porque no había puesto mi reloj con la hora egipcia y llegué recontratemprano) así es que me agarró una tortícolis de campeonato, pero al fin la gente empezó a subir al bus, mi Herta estaba por llegar, la presa se avecinaba y el tigre experto aguardaba, de pronto vi una mujer que no era gorda, era gordazaaaaaa, la tipa pasaba de costado pero las nalgas y la barriga rebalsaban por los asientos, ella tenía que sentarse en dos asientos mínimo, me pareció raro su polo pues de los brazos le salía una tela como ala de murciélago, luego me di cuenta que estaba con manga cero y lo que colgaba de sus brazos era el resto del brazo! le flameaba la piel a cada paso, decidí ponerme alerta pues detrás de ella debía venir mi princesa (bueno detrás de ella estaba el resto de África) seguí mirando por la ventana y con el rabillo del ojo (la tortícolis iba para mal) vigilando el pasillo, la "gordita" seguía aproximándose y no se quitaba del medio para dejarme ver a mi belleza, cuando estaba muy cerca escuché la voz del guía desde atrás:
- Herta, der platz ist - (nunca olvidaré ese sonido)
- Ja - respondió ella.
Yo me aterré y giré bruscamente para ver como cada m2 de ella se venía sobre mí, mi cerebro ordenó un movimiento evasivo, pero mi cuerpo no obedeció o sea que a pie firme aguanté todo ese tsunami humano, como era la última fila Herta (la original) puso una nalga en el asiento del medio del pasillo y la otra en el que estaba a mi costado pero ni por esas dejó de rebalsarse sobre mí, la mitad de mi cuerpo quedó bajo su guachalomo, con tan mala suerte que al girar bruscamente el cuello, como les comenté, sentí un 'crack' en las vértebras cervicales, la tortícolis se me pasó para el otro lado dejándome con el 94% de la cara (y cuerpo) bajo el sobaco de Herta (la original) supongo que visto desde fuera debería parecer un pollito debajo del ala de su mamá (en este caso la mamá estaba tipo terodáctilo), sólo mi ojo izquierdo escapó de debajo de ella, lo que le permitió al tigre experto ver como las presas (las ex-Hertas), se sentaban delante en plena juerga con unos shorcitos más apretados que puño de trapecista y con unos escotes que más parecían examen final para cura.
Salimos de Aswan a las 7am, como a eso de las 11am el bus estaba en pleno desierto (y yo en pleno sobaco de Herta (la original). como había indicado) cuando de pronto de escucho un 'pom! fsssss', se detuvo el bus y todos se pararon de sus asientos (nueva mirada con el rabillo del ojo a las ex-Hertas y sus shorcitos con consiguiente lágrima de impotencia) todos menos Herta (la original) que prefirió quedarse comiendo su 32avo bollo de naranja, lo sabía de oídas (porque las migajas me caían en la oreja), "mierda!, se fregó la llanta" pensé para mis adentros luego de un rato todos subieron y el guía dio algo así como una explicación, tuve que levantar mi manito y gritar desde el fondo de Herta (la original):
- ¿Qué pasó? - mi voz debió sonar como de ultratumba porque el guía grito
- ¿Eres tu padre Amofisis?.
Tuve que levantar la mano
- No, soy yo el mollendino, ¿se pinchó la llanta?.
- Ah! eres tú - dijo el guía - felizmente no, lo que se ha malogrado es el aire acondicionado, no te preocupes abres tu ventana y con la velocidad del bus te refrescas.
Recién caí en cuenta que esa sensación extraña de humedad que sentía no era por las ex-Hertas sino porque Herta (la original) había empezado a sudar con loco entusiasmo y yo y mi amado polo D&G estábamos de toalla, como pude alcé mi manito y empecé a tratar de abrir la ventana me destrozaba los dedos tratando de abrirla al final hice lo que nadie ha podido hasta ahora, arañé un vidrio y nada, en eso escuché la voz del guía:
- Ah, las ventanas del fondo no abren por si acaso.
Me sentí desfallecer, al mediodía, en medio del desierto de Aswan (para motivarme me acordé de una frase en una página de internet 'en invierno la temperatura puede bajar hasta 35 grados centígrado', considerando que estábamos en primavera, ya se imaginan), sentado sobre el motor, sin aire acondicionado, con las ventanas cerradas y metido en la axila de una gorda era más horrible que bailar lambada con la mamá de la suegra, Herta (la original) me enviaba oleadas y oleadas de sudor (literalmente), como tenía la boca bajo ella tuve que con la pierna hacer a un lado su rollo y poder hacerme un hueco por donde respirar y no ahogarme en sudor (realmente lo botaba de la boca como chorrito de ballena) traté de concentrarme en la explicación del guía para no pensar en mi tortura en ese momento se mando como 20mins hablando en alemán de lo cual sólo pude entender 'embuten' que supongo quería decir que los egipcios comían embutidos, esperé que hiciera una pausa y levanté la manito
- Ah! el mollendino quiere traducción, bueno les he comentado que este es el desierto de Egipto y que es muy caliente.
Quedé asombrado por la capacidad de síntesis del español, al final de todo los alemanes se enrollaban un poco con el idioma, seguí de cúbito axilar (como feto dentro del sobaco de Herta (la original)) y mi vida pasó por mi mente, pensé en todas las cosas que había vivido y en las que había dejado de hacer, en que no volvería a ver a mi hijita,... de pronto sentí como un hormigueo en el coxis ('el huesito de la felicidad' para los que jalaron biología, para ser más gráfico es lo que te duele cuando un payaso te jala la silla y vas de trasero a hacerle control de calidad a la dureza de la corteza terrestre), fue suave al inicio pero iba in crescendo en cada momento, no sabía que pasaba de pronto reparé en que Herta (la original) estaba intentando rascarse y pensaba que mi derrier era parte de ella, como obviamente no daba satisfacción a su escozor se ponía más agresiva, cuando me di cuenta me había agarrado una nalga y la estrujaba como lavada de calzón con su correspondiente clavada de uñas, no resistí más le metí un mordisco en plena ala, lo cual debió haberla incomodado porque me metió un apretón con el sobaco y yo sentí un 'crack' en el cráneo, me quedé quietecito y Herta (la original) siguió avanzando incólume, en ese momento tuve una brillante idea que si yo la rascaba quizás parara, comencé a rascarla y al parecer ella no sentía nada pues seguía avanzando rasqué con más ahínco para evitar el avance de su mano LO COMENTADO A CONTINUACION ES ESTRICTAMENTE CONFIDENCIAL PROHIBIDA SU REPRODUCCION TOTAL O PARCIAL O CUALQUIER TIPO DE RETRANSMISION TOTAL O PARCIAL de pronto un correntazo pasó por mi columna vertebral me puse más tieso que cachaco en 28 de julio, Herta (la original) tenía el pulgar en mi cintura, el índice, medio y anular en mi nalga derecha y el meñique en el centro de mi ano no pude reprimir un "uy chucha!" encima los movía con loco entusiasmo, me puse frenético (por el ataque a mi honra, no por otra cosa... creo) así es que empecé a patearla con tan mala suerte que sentí un "ahhhh" de satisfacción de Herta (la original) pensó que había encontrado el punto, tuve que tomar una decisión o dejaba de patear y corría el riesgo que siguiera avanzando (principalmente su dedo meñique) o seguía pateando a la espera que se satisficiera (con el riesgo que la movidita me terminara gustando) elegí el mal menor y la emprendí a patadas, rodillazos y puñetes para que la gorda terminara, visto en perspectiva parecía una sesión sado-masoquista pues le pegaba a una tipa para que masajeara el esfínter al final ella agarró ritmo y empezó a hacer más suaves sus movimientos y yo le puse ritmo a mis patadas, pero serio para que no se piense mal no vaya a ser que pasara un mollendino por ahí (ya les dije que siempre aparece uno), al final ella desistió y yo quedé agotado pero feliz (de que haya dejado la prolongación de mi colon en paz, no entiendan cosas que no son).
Al final llegamos a Abu Simbel, Herta (la original) a la cuarta intentona se logró levantar, estando yo estampado contra el asiento levantó el brazo para acomodarse la mochila lo que provocó que me caiga una catarata adicional de sudor sobre la cara, el tigre experto estaba como omelette (tortilla de huevo para los peruanos) chorreado en el asiento cuando desde el asiento delantero apareció la perfecta belleza de una de las ex-Hertas y dijo con una sonrisa angelical en su hablar teutón "oh ein schöner junge", yo con mi mayor cara de odio alcancé a decirle "la tuya en vinagre, nazi de mierda".
Mientras iba de regreso a Aswan en el avión lo único que me consoló fue que me estarían buscando como locos, Herta (la original) y esa tira de alemanes desgraciados, principalmente las ex-Hertas.
Aún hoy cuando veo a una chica con sobrepeso no puedo evitar ver su dedo meñique para luego sentir un escalofrío en mi coxis… o más abajo (?).
Empecé a sospechar que algo no iba bien cuando vi que estaba rodeado de puro gringo color ajo hervido y su español me sonaba recontrararo, las sospechas las dejé a un lado cuando un grupo de cinco rubias tipo propaganda de chela y con toda la pinta de turistas degeneradas (que son las mejores turistas) hicieron acto de presencia con unos shorts que tuvieron efecto almidón en mí (me pusieron más duro que tesorero judío), en eso apareció el guía y empezó a dar su speech y me parecía que estaba conversando con un contador (no entendía ni un carajo) al terminar el guía siendo un hombre experto me dijo:
- Tú no hablas alemán ¿no?.
- Bueno, cuando me lo hablan en español si - le respondí
- ¿Por qué te has venido a este grupo?, tú debe estar con los españoles.
- Pues por favor coordina para que me pasen a un grupo hispanoparlante - le pedí.
- Ahora lo hago no te preocupes…- y mientras marcaba me iba diciendo - que raro, no parece un error porque te tengo aquí en la lista, mañana en el bus a Abu Simbel te toca con Herta la chica que viene sola.
Al solo escuchar eso salté como un resorte y le quité el celular con tan mala suerte que en mi ahínco terminé metiéndole un cachetadón que le dejó marcados hasta los números en la mejilla, el logo de Nokia se le veía clarito
- Disculpa - le dije tímidamente - creo que me quedo en este grupo además me servirá para practicar mi alemán – aunque que el único alemán que conozco es el cholo Alemán el fotógrafo de Mollendo.
Ya me imaginaba viajando por el Nilo con Herta y su shorcito juntos los dos como Ramsés y Nefertari
- ¿En serio quieres quedarte?, ¿sabes alemán? - el guía me miraba furioso (además del cachetadón, estaba el plomazo que es para ellos traducir las explicaciones a los dos idiomas)
- Sé un poquito de alemán - le dije
Me quedó mirando inquisitivamente como diciendo '¿a ver?', no podía dudar pues Herta y yo merecíamos nuestra oportunidad
– Claro que sé algo de alemán por ejemplo sé decir volsvaguen, berlin, jitler, bmw (que son siglas pero el carro es alemán), bayer de miunich, hamburguesa (que de hecho tiene que ser de Hamburgo), von jumbol, Pizarro (que si bien no es alemán, jugo en Alemania y es buenísimo), Otto Kuntz (dejé las frases complejas a final para impactarlo)
Me quedé mirándolo súper seguro de que di una cátedra de idioma germano, al final el tipo se paso la mano por la cara y se fue.
Decidí que esa noche tenía que estar espectacular (cosa no muy difícil para un representante de la belleza sur-peruana) no importaba que cualquiera de las cinco chicas sea Herta porque la más fea mínimo salía miss mundo (y hasta quedaba finalista en miss Mollendo), esa noche bien bañado y perfumado subí al comedor del buque decidido a interpretar mi papel a lo Humphrey Bogart en Casablanca las Hertas estaban para chuparse los dedos (aunque las que estaban para chuparlas eran ellas), pero no había que precipitarse era un cazador al acecho, como el tigre experto no asalté a la presa a la primera me hice el distraído y me salió tan bien que le metí un puntazo a una maceta y como estaba con slaps dejé de recuerdo medio dedo gordo, pero como un tigre experto me las tuve que aguantar con un imperceptible "hum" no podía titubear de seguro las Hertas estaban mirándome (aunque debían tener ojos en la espalda porque ni volteaban, de momento me conformaba con sus espaldas, no me hubiera importado quedarme con sólo sus espaldas), en la fila del bufete casi me mato, pues me puse a esconder la panza y por hacerme el Humprey Bogart le cedí el sitio a una viejita que con gestos me dijo "no", pero un hombre amable insiste, también con gestos y una amable sonrisa le dije: "pasa no más vieja, que no lo hago por ti sino por los cuerazos que me están viendo", al final pasó y me di cuenta porque me decía "no" venía acompañada de 36 viejas más, llegué morado de tanto sumir la barriga hasta el primer plato del bufete que para mi suerte eran las aceitunas así es que agarré un puñado y me fui lo más elegantemente posible tras de una puerta a tratar de recuperar el aire y comer aceitunas todo el rato porque un tigre experto no repite fila del bufete delante de las víctimas, así la noche discurrió en ese plan yo mostrando mi perfil de lobo solitario (y dejando el resto del dedo gordo en esa maceta de m... que estaba tan mal puesta que reincidí en patearla) y ellas alocadas tratando de impresionarme desde lejos (bien lejos pues se fueron a la discoteca), el tigre experto estaba preparándose para la cacería final.
Al día siguiente muy temprano y con el dedo perfectamente vendado lo cual caía a pelo porque todo hombre herido es un héroe para una mujer (y buen negocio para un crucero, porque estos egipcios no creen en nadie me cobraron la venda como si fuera silla de ruedas), perfumado, afeitado y con mi amado polo D&G en ristre (tuve que sacar un préstamo para poder comprarlo) me fui a sentar en la fila del fondo junto a la ventana y me puse sexy mirando al horizonte, el tigre experto no mira la presa hasta el momento preciso, así estuve durante un largo rato (más o menos dos hora porque no había puesto mi reloj con la hora egipcia y llegué recontratemprano) así es que me agarró una tortícolis de campeonato, pero al fin la gente empezó a subir al bus, mi Herta estaba por llegar, la presa se avecinaba y el tigre experto aguardaba, de pronto vi una mujer que no era gorda, era gordazaaaaaa, la tipa pasaba de costado pero las nalgas y la barriga rebalsaban por los asientos, ella tenía que sentarse en dos asientos mínimo, me pareció raro su polo pues de los brazos le salía una tela como ala de murciélago, luego me di cuenta que estaba con manga cero y lo que colgaba de sus brazos era el resto del brazo! le flameaba la piel a cada paso, decidí ponerme alerta pues detrás de ella debía venir mi princesa (bueno detrás de ella estaba el resto de África) seguí mirando por la ventana y con el rabillo del ojo (la tortícolis iba para mal) vigilando el pasillo, la "gordita" seguía aproximándose y no se quitaba del medio para dejarme ver a mi belleza, cuando estaba muy cerca escuché la voz del guía desde atrás:
- Herta, der platz ist - (nunca olvidaré ese sonido)
- Ja - respondió ella.
Yo me aterré y giré bruscamente para ver como cada m2 de ella se venía sobre mí, mi cerebro ordenó un movimiento evasivo, pero mi cuerpo no obedeció o sea que a pie firme aguanté todo ese tsunami humano, como era la última fila Herta (la original) puso una nalga en el asiento del medio del pasillo y la otra en el que estaba a mi costado pero ni por esas dejó de rebalsarse sobre mí, la mitad de mi cuerpo quedó bajo su guachalomo, con tan mala suerte que al girar bruscamente el cuello, como les comenté, sentí un 'crack' en las vértebras cervicales, la tortícolis se me pasó para el otro lado dejándome con el 94% de la cara (y cuerpo) bajo el sobaco de Herta (la original) supongo que visto desde fuera debería parecer un pollito debajo del ala de su mamá (en este caso la mamá estaba tipo terodáctilo), sólo mi ojo izquierdo escapó de debajo de ella, lo que le permitió al tigre experto ver como las presas (las ex-Hertas), se sentaban delante en plena juerga con unos shorcitos más apretados que puño de trapecista y con unos escotes que más parecían examen final para cura.
Salimos de Aswan a las 7am, como a eso de las 11am el bus estaba en pleno desierto (y yo en pleno sobaco de Herta (la original). como había indicado) cuando de pronto de escucho un 'pom! fsssss', se detuvo el bus y todos se pararon de sus asientos (nueva mirada con el rabillo del ojo a las ex-Hertas y sus shorcitos con consiguiente lágrima de impotencia) todos menos Herta (la original) que prefirió quedarse comiendo su 32avo bollo de naranja, lo sabía de oídas (porque las migajas me caían en la oreja), "mierda!, se fregó la llanta" pensé para mis adentros luego de un rato todos subieron y el guía dio algo así como una explicación, tuve que levantar mi manito y gritar desde el fondo de Herta (la original):
- ¿Qué pasó? - mi voz debió sonar como de ultratumba porque el guía grito
- ¿Eres tu padre Amofisis?.
Tuve que levantar la mano
- No, soy yo el mollendino, ¿se pinchó la llanta?.
- Ah! eres tú - dijo el guía - felizmente no, lo que se ha malogrado es el aire acondicionado, no te preocupes abres tu ventana y con la velocidad del bus te refrescas.
Recién caí en cuenta que esa sensación extraña de humedad que sentía no era por las ex-Hertas sino porque Herta (la original) había empezado a sudar con loco entusiasmo y yo y mi amado polo D&G estábamos de toalla, como pude alcé mi manito y empecé a tratar de abrir la ventana me destrozaba los dedos tratando de abrirla al final hice lo que nadie ha podido hasta ahora, arañé un vidrio y nada, en eso escuché la voz del guía:
- Ah, las ventanas del fondo no abren por si acaso.
Me sentí desfallecer, al mediodía, en medio del desierto de Aswan (para motivarme me acordé de una frase en una página de internet 'en invierno la temperatura puede bajar hasta 35 grados centígrado', considerando que estábamos en primavera, ya se imaginan), sentado sobre el motor, sin aire acondicionado, con las ventanas cerradas y metido en la axila de una gorda era más horrible que bailar lambada con la mamá de la suegra, Herta (la original) me enviaba oleadas y oleadas de sudor (literalmente), como tenía la boca bajo ella tuve que con la pierna hacer a un lado su rollo y poder hacerme un hueco por donde respirar y no ahogarme en sudor (realmente lo botaba de la boca como chorrito de ballena) traté de concentrarme en la explicación del guía para no pensar en mi tortura en ese momento se mando como 20mins hablando en alemán de lo cual sólo pude entender 'embuten' que supongo quería decir que los egipcios comían embutidos, esperé que hiciera una pausa y levanté la manito
- Ah! el mollendino quiere traducción, bueno les he comentado que este es el desierto de Egipto y que es muy caliente.
Quedé asombrado por la capacidad de síntesis del español, al final de todo los alemanes se enrollaban un poco con el idioma, seguí de cúbito axilar (como feto dentro del sobaco de Herta (la original)) y mi vida pasó por mi mente, pensé en todas las cosas que había vivido y en las que había dejado de hacer, en que no volvería a ver a mi hijita,... de pronto sentí como un hormigueo en el coxis ('el huesito de la felicidad' para los que jalaron biología, para ser más gráfico es lo que te duele cuando un payaso te jala la silla y vas de trasero a hacerle control de calidad a la dureza de la corteza terrestre), fue suave al inicio pero iba in crescendo en cada momento, no sabía que pasaba de pronto reparé en que Herta (la original) estaba intentando rascarse y pensaba que mi derrier era parte de ella, como obviamente no daba satisfacción a su escozor se ponía más agresiva, cuando me di cuenta me había agarrado una nalga y la estrujaba como lavada de calzón con su correspondiente clavada de uñas, no resistí más le metí un mordisco en plena ala, lo cual debió haberla incomodado porque me metió un apretón con el sobaco y yo sentí un 'crack' en el cráneo, me quedé quietecito y Herta (la original) siguió avanzando incólume, en ese momento tuve una brillante idea que si yo la rascaba quizás parara, comencé a rascarla y al parecer ella no sentía nada pues seguía avanzando rasqué con más ahínco para evitar el avance de su mano LO COMENTADO A CONTINUACION ES ESTRICTAMENTE CONFIDENCIAL PROHIBIDA SU REPRODUCCION TOTAL O PARCIAL O CUALQUIER TIPO DE RETRANSMISION TOTAL O PARCIAL de pronto un correntazo pasó por mi columna vertebral me puse más tieso que cachaco en 28 de julio, Herta (la original) tenía el pulgar en mi cintura, el índice, medio y anular en mi nalga derecha y el meñique en el centro de mi ano no pude reprimir un "uy chucha!" encima los movía con loco entusiasmo, me puse frenético (por el ataque a mi honra, no por otra cosa... creo) así es que empecé a patearla con tan mala suerte que sentí un "ahhhh" de satisfacción de Herta (la original) pensó que había encontrado el punto, tuve que tomar una decisión o dejaba de patear y corría el riesgo que siguiera avanzando (principalmente su dedo meñique) o seguía pateando a la espera que se satisficiera (con el riesgo que la movidita me terminara gustando) elegí el mal menor y la emprendí a patadas, rodillazos y puñetes para que la gorda terminara, visto en perspectiva parecía una sesión sado-masoquista pues le pegaba a una tipa para que masajeara el esfínter al final ella agarró ritmo y empezó a hacer más suaves sus movimientos y yo le puse ritmo a mis patadas, pero serio para que no se piense mal no vaya a ser que pasara un mollendino por ahí (ya les dije que siempre aparece uno), al final ella desistió y yo quedé agotado pero feliz (de que haya dejado la prolongación de mi colon en paz, no entiendan cosas que no son).
Al final llegamos a Abu Simbel, Herta (la original) a la cuarta intentona se logró levantar, estando yo estampado contra el asiento levantó el brazo para acomodarse la mochila lo que provocó que me caiga una catarata adicional de sudor sobre la cara, el tigre experto estaba como omelette (tortilla de huevo para los peruanos) chorreado en el asiento cuando desde el asiento delantero apareció la perfecta belleza de una de las ex-Hertas y dijo con una sonrisa angelical en su hablar teutón "oh ein schöner junge", yo con mi mayor cara de odio alcancé a decirle "la tuya en vinagre, nazi de mierda".
Mientras iba de regreso a Aswan en el avión lo único que me consoló fue que me estarían buscando como locos, Herta (la original) y esa tira de alemanes desgraciados, principalmente las ex-Hertas.
Aún hoy cuando veo a una chica con sobrepeso no puedo evitar ver su dedo meñique para luego sentir un escalofrío en mi coxis… o más abajo (?).
Comentarios