reCUENTOS por Sandro Denegri

- Señor, los humanos han podido acceder a la base de datos de la sabiduría. - ¿Han descubierto el secreto de la divinidad? - No Señor, sólo han accedido a una pequeña parte de los datos, pero podría serviles para llegar hasta el fin. - Dadles toda la información… así nunca sabrán nada.

Larry Ingoll siempre disfrutaba echarse junto a la piscina del club y dormitar un poco, de pronto se sobresaltó al recibir un poco de agua fría que lo despertó, furioso se levantó y pudo ver la risa infantil de Roldán su buen amigo. - Me provoca hundirte en el agua, ¡qué pesado eres! – le dijo Larry - Nunca ha hecho daño un poco de agua, amigo - Lo sé, lo sé compañero. Te cuento que la semana pasada vi en el periódico una foto donde estabas con un grupo de personas la leyenda decía "Grupo de talentosos ejecutivos de Seguros Intercontinental, empresa líder del país presentó... bla, bla, bla" lo que me interesa saber es ¿cómo te infiltraste en el grupo de talentosos?. - Larry ya sabes que recursos no me faltan, Ambos rieron de buena gana. - Ya hablando en serio – interrumpió las risas Larry – me dejaste preocupado por lo que me comentaste la última vez que nos vimos, ¿se sigue estrechando la brecha con el competidor?, creo que me dijiste que había pasado de 19.5% a menos del 4%...

Larry Ingoll no la vio pero sabía que era ella, Florencia entró echa una tromba en la casa. - Debe pasarle algo a Florencia ¿no crees que debes aprovechar para hablar con ella?. El tono de voz de su esposa indicaba que la respuesta era no negociable, desde hacía tiempo le venía reclamando lo poco que hablaba con su hija, Larry entendía que con una adolescente de quince años esto era prácticamente imposible. Al final decidió hacer caso a su instinto de supervivencia. - Tienes razón hablaré con ella querida. Larry tocó la puerta de la habitación de su hija para luego entrar con la cabeza por delante, ella caminaba de un lado a otro como fiera enjaulada. - Hola pá – fue el lacónico saludo que más que lacónico fue agresivo. "Sereno Larry, sereno, si ve el miedo en tus ojos estás acabado" se decía mentalmente. - Hola amor, creo que estás de mal genio si quieres regreso luego. - Estoy que muero de rabia papá, lo que pasa... – "¡Oh no! Estoy acabado" fue el grito mental de...

Sebastián, más conocido como "Sebas" por los amigos, llegó con cara de preocupación a la oficina de Larry Ingoll. - Sebas no quiero alabarte, pero tienes una cara de matrimonio increíble – a Larry le pareció una buena broma, pero notó que su amigo apenas le contestó con una sonrisa amable. - Camarada no me he equivocado viniendo a tu oficina sé que siempre tienes una broma a mano para relajarme, y ahora si que lo necesito. - ¿Y eso a qué se debe?, ¿en qué andas? - Me he metido en un quilombo de los mil demonios. - Veo que trabajar con argentinos se te ha pegado rápido – Larry hizo sorna de la jerga gaucha - si quieres me cuentas a ver si te puedo ayudar. - Gracias por tu apoyo, pero tú eres consultor en sistemas, yo ando con problemas de otra índole. - Entonces que sirva como desahogo ¿no?. - Tienes razón, una pena entre dos es menos atroz. Ahí va mi historia, hace unos meses firmamos un contrato muy importante con uno de los principales bancos del país, me nombraron Gerente ...

Te llamó Andrés, dice que si puedes pases por su oficina mañana. - ¿Dejó dicho para qué?. - Dijo eso no más. Larry Ingoll sostuvo el breve diálogo con su esposa, las cosas no andaban bien con ella. Sonaba raro que llamara el esposo de su prima era dueño de una de las más grandes empresas de distribución del país, Larry estaba extrañado por su convocatoria pues siendo consultor había un pacto tácito entre ellos de nunca hacer negocios para evitar malos entendidos. Al día siguiente Larry fue a la oficina de Andrés, luego del saludo y de la habitual conversación sobre la familia, intuyendo de qué se trataba la charla, hizo una aproximación típica de consultor: - ¿Y qué tal te va con tu nuevo Gerente de Sistemas?, con seis meses en la empresa ya debes hacerte una buena idea. - Me va como con tu prima – Andrés se refería a su esposa. - ¡Ah!, ¿combinación perfecta? – le inquirí. – No, yo gano la plata y él la gasta – Larry celebró su negro sentido del humor, siempre habían congeniado por eso...

- ¿Y ahora qué hacemos? – la pregunta de Israel Montana fue acompañada de una mirada adusta, un embarazoso silencio se hizo en la reunión. - Seis semanas de trabajo y hoy nos damos cuenta que no tenemos nada, ¡qué estúpidos hemos sido! – dijo Bernardo "Berni" Alocén. - ¿No podemos seguir con lo que tenemos? – fue el mejor intento de Diosdado Fonseca, el colombiano del equipo. - Dudu no tenemos nada, seguir adelante es una pérdida de tiempo tenemos que presentar el trabajo esta noche y nuestro material es basura – Jennifer O’Reylli deslizó la frase que en su acento irlandés se atenuaba. El grupo quedó en silencio, estaban en los últimos meses de su maestría y el curso de Administración del Conocimiento era vital para graduarse, se habían reunido para organizar toda la información de su trabajo de campo a fin de confeccionar un diagnóstico sobre los mercados de información en las empresas, lo avanzado no les servía en lo absoluto. Estaban desmoralizados en la sala que era un to...