Hecho real parte de la Guerra Perú - Chile (en esta guerra salimos subcampeones)
En la Tetralogía de Thorndike sobre la Guerra con Chile (la cual recomiendo leer a todo peruano) describe las obras para la fortificación de Lima, el relato es más o menos así.
Se ha perdido la batalla de Arica y los chilenos hacen los preparativos para la invasión del Perú, entonces se decide fortificar la capital las obras no son encargadas a los militares si no al alcalde de Lima Rufino Torrico (porque era amigo de confianza de Piérola, el presiedente).
Se cita a los voluntarios del pueblo de Lima a las 6:00am teniendo como punto de reunión la Plaza de Armas, este contingente se reuniría con los voluntarios chalacos en la pampa de Balconcillo, se pudo hablar de un grupo significativo de voluntarios recién a las 10am, el Sr. Alcalde y su comitiva llegaron a la 11:00am momento en que se ofició una misa que junto a los discursos de los notables de Lima retrasaron la marcha hacia el punto de encuentro hasta las 12:30pm, el grupo de Lima llegó alrededor de las 2:00pm encontrando a los chalacos durmiendo la siesta o jugando pelota, algunos ya se habían regresado al Callao, los limeños se negaron a trabajar hasta luego de almorzar, tiempo que aprovechó el Sr. Alcalde para intercambiar ideas con los zapadores militares los cuales a los 30mins fueron expulsados por Rufino Torrico por plantear la peregrina idea de hacer trincheras a la prusiana (casualmente la única forma militarmente válida para defender Lima).
El Sr. Alcalde decidió hacer zanjas en línea recta "porque defender una ciudad es como hacer canales" las cuales no sirvieron en lo absoluto; pero eso se demostraría luego. El Sr. Alcalde intenta iniciar las obras hacia las 3:00pm con una arenga al pueblo congregado, bueno el pueblo estaba pero no congregado algunos estaban tirados durmiendo bajo las acacias, los partidos de fútbol se multiplicaron y la libación de licor en las enramadas de las vivanderas estaba tomando su punto, algún que otro adelantado ya dormía la mona (borrachera).
El Alcalde y la gendarmería intentaron si éxito animar a la población (a punta de palos y sablazos), pero fracasaron más bien debieron aplicarse en sofocar una monumental gresca entre chalacos y limeños, hacia las 6.00pm Rufino Torrico dijo "que se vayan a la mierda todos" y regresó con su comitiva a Lima.
Las trincheras no se cavaron, pero la excursión terminó con guitarra, cajón, pisco y comedera como no se había visto nunca por esos lares.
Se ha perdido la batalla de Arica y los chilenos hacen los preparativos para la invasión del Perú, entonces se decide fortificar la capital las obras no son encargadas a los militares si no al alcalde de Lima Rufino Torrico (porque era amigo de confianza de Piérola, el presiedente).
Se cita a los voluntarios del pueblo de Lima a las 6:00am teniendo como punto de reunión la Plaza de Armas, este contingente se reuniría con los voluntarios chalacos en la pampa de Balconcillo, se pudo hablar de un grupo significativo de voluntarios recién a las 10am, el Sr. Alcalde y su comitiva llegaron a la 11:00am momento en que se ofició una misa que junto a los discursos de los notables de Lima retrasaron la marcha hacia el punto de encuentro hasta las 12:30pm, el grupo de Lima llegó alrededor de las 2:00pm encontrando a los chalacos durmiendo la siesta o jugando pelota, algunos ya se habían regresado al Callao, los limeños se negaron a trabajar hasta luego de almorzar, tiempo que aprovechó el Sr. Alcalde para intercambiar ideas con los zapadores militares los cuales a los 30mins fueron expulsados por Rufino Torrico por plantear la peregrina idea de hacer trincheras a la prusiana (casualmente la única forma militarmente válida para defender Lima).
El Sr. Alcalde decidió hacer zanjas en línea recta "porque defender una ciudad es como hacer canales" las cuales no sirvieron en lo absoluto; pero eso se demostraría luego. El Sr. Alcalde intenta iniciar las obras hacia las 3:00pm con una arenga al pueblo congregado, bueno el pueblo estaba pero no congregado algunos estaban tirados durmiendo bajo las acacias, los partidos de fútbol se multiplicaron y la libación de licor en las enramadas de las vivanderas estaba tomando su punto, algún que otro adelantado ya dormía la mona (borrachera).
El Alcalde y la gendarmería intentaron si éxito animar a la población (a punta de palos y sablazos), pero fracasaron más bien debieron aplicarse en sofocar una monumental gresca entre chalacos y limeños, hacia las 6.00pm Rufino Torrico dijo "que se vayan a la mierda todos" y regresó con su comitiva a Lima.
Las trincheras no se cavaron, pero la excursión terminó con guitarra, cajón, pisco y comedera como no se había visto nunca por esos lares.
Comentarios