Carta abierta a Isabella
Querida Isabellita.
Esta carta es para comentarte algunos temas de los que ya hemos venido hablando, el escribirlos me ayuda a ordenar las ideas de manera que pueda ser más claro en mi comunicación contigo.
Amor, nuestro hogar no es una democracia, digo que no es una democracia porque no fuimos elegidos por ti para ser tus padres, todo lo contrario fuimos nosotros quienes decidimos tenerte a ti, si queremos asociar nuestro esquema de familia a un sistema político te diría que somos una aristocracia bicefálica participativa; aristocracia, tanto en cuanto, de los cuatro que somos, tu mamá y yo somos los más aptos para dirigir los destinos de la familia (aristocracias significa gobierno del más apto), pues si, somos los más aptos, aunque en decisiones puntuales fallemos nuestra experiencia, madurez y conocimientos nos hacen los mejor preparados para llevar adelante la casa, lo de bicefálica se entiende por si sólo ¿no? somos tu mamá y yo a cargo del timón. Lo de participativa prefiero tocarlos con detalle en el párrafo que sigue.
Sobre las decisiones. Como comentamos en el párrafo anterior no somos una democracia, las decisiones que tomemos no se dirimen a través de votación popular con Uds. nuestras hijas, más aún la bicefalia de nuestro sistema político nos obliga a que tu mamá y yo estemos de acuerdo siempre (o por lo menos uno acepte la decisión el otro). Hubiera sido / sería una locura que sometiéramos al voto vuestro sus vacunaciones, el colegio en el que estudiarían, las horas de llegada a casa, etc. Para resumir: las decisiones las tomamos nosotros y Uds. las acatan (tienen derecho de pataleta, siempre y cuando no crucen la línea del respeto y el sentido común; pero acatando la decisión). De cara a prepararlas para la vida poco a poco las dejaremos participar en algunas decisiones (aquí la explicación de nuestro sistema participativo) sobre las cuales votaremos y se ganará por mayoría simple tal cual un sistema democrático, pero ojo serán algunas decisiones, las que cuidadosamente seleccionaremos tu mamá y yo. Conformen vayan creciendo dejaremos en vuestras manos algunos decisiones de carácter personal, pero siempre tendremos el derecho a veto, la aplicación de éste dependerá mucho del criterio con que vayan manejando esta libertad de elección, nuestra idea es intervenir in extremis y dejarles el derecho que tienen a equivocarse siempre y cuando no les cause perjuicio grave y/o prolongado.
Sobre tu habitación. Este es un tema relacionado con los anteriores, pero que quisiera tocar especialmente, la idea central es: tu habitación no goza del status de extraterritorialidad, eso quiere decir que tu habitación es parte de la casa que tenemos tu mamá y yo bajo nuestra responsabilidad y por ende podemos ingresar y salir según nuestro buen criterio. La mención a TU habitación es porque duermes ahí, no porque sea de tu propiedad. Tranquila hijita tu mamá y yo respetaremos tu intimidad. ¡Ah! tu comportamiento también ayudará.
Sobre nuestra amistad. Isabellita nos amamos el uno al otro eso es innegable y yo quisiera que entre nosotros haya la máxima confianza posible, pero eso no nos convierte en amigos, es imposible que podamos ser amigos pues entre dos amigos no hay una relación de jerarquía ni de responsabilidad de uno sobre el otro, en todo caso sería una relación asimétrica que no nos beneficiaría. Dos amigos de verdad son transparentes el uno con el otro, yo sé que habrán cosas que no me querrás contar y otras que yo no querré oír. Esto no quita que seremos un padre y una hija que se quieren, que se tienen y que confían el uno en el otro al 100%.
Sobre lo que te gusta. Hijita te daré siempre las cosas que te gustan, salvo que no las hayas sabido pedir, te produzcan daño o me sea materialmente imposible dártelas. Isabellita "es que me gusta" es una opinión, no una razón.
Amor mío todo esto se cumplirá (tenlo por seguro) mientras vivas en el hogar que tu mamá y yo hemos formado, luego cuando extiendas las alas y formes tu propio nido, serás tú la que me digas las reglas que tendré que acatar cuando pase por él.
Como tú me dices, te amo demasiado.
Tu papi
PD. Sé que algunas palabras y posiciones no las vas a entender, no te preocupes con el tiempo las entenderás (mi realismo dice que una buena parte será cuando seas madre)
Esta carta es para comentarte algunos temas de los que ya hemos venido hablando, el escribirlos me ayuda a ordenar las ideas de manera que pueda ser más claro en mi comunicación contigo.
Amor, nuestro hogar no es una democracia, digo que no es una democracia porque no fuimos elegidos por ti para ser tus padres, todo lo contrario fuimos nosotros quienes decidimos tenerte a ti, si queremos asociar nuestro esquema de familia a un sistema político te diría que somos una aristocracia bicefálica participativa; aristocracia, tanto en cuanto, de los cuatro que somos, tu mamá y yo somos los más aptos para dirigir los destinos de la familia (aristocracias significa gobierno del más apto), pues si, somos los más aptos, aunque en decisiones puntuales fallemos nuestra experiencia, madurez y conocimientos nos hacen los mejor preparados para llevar adelante la casa, lo de bicefálica se entiende por si sólo ¿no? somos tu mamá y yo a cargo del timón. Lo de participativa prefiero tocarlos con detalle en el párrafo que sigue.
Sobre las decisiones. Como comentamos en el párrafo anterior no somos una democracia, las decisiones que tomemos no se dirimen a través de votación popular con Uds. nuestras hijas, más aún la bicefalia de nuestro sistema político nos obliga a que tu mamá y yo estemos de acuerdo siempre (o por lo menos uno acepte la decisión el otro). Hubiera sido / sería una locura que sometiéramos al voto vuestro sus vacunaciones, el colegio en el que estudiarían, las horas de llegada a casa, etc. Para resumir: las decisiones las tomamos nosotros y Uds. las acatan (tienen derecho de pataleta, siempre y cuando no crucen la línea del respeto y el sentido común; pero acatando la decisión). De cara a prepararlas para la vida poco a poco las dejaremos participar en algunas decisiones (aquí la explicación de nuestro sistema participativo) sobre las cuales votaremos y se ganará por mayoría simple tal cual un sistema democrático, pero ojo serán algunas decisiones, las que cuidadosamente seleccionaremos tu mamá y yo. Conformen vayan creciendo dejaremos en vuestras manos algunos decisiones de carácter personal, pero siempre tendremos el derecho a veto, la aplicación de éste dependerá mucho del criterio con que vayan manejando esta libertad de elección, nuestra idea es intervenir in extremis y dejarles el derecho que tienen a equivocarse siempre y cuando no les cause perjuicio grave y/o prolongado.
Sobre tu habitación. Este es un tema relacionado con los anteriores, pero que quisiera tocar especialmente, la idea central es: tu habitación no goza del status de extraterritorialidad, eso quiere decir que tu habitación es parte de la casa que tenemos tu mamá y yo bajo nuestra responsabilidad y por ende podemos ingresar y salir según nuestro buen criterio. La mención a TU habitación es porque duermes ahí, no porque sea de tu propiedad. Tranquila hijita tu mamá y yo respetaremos tu intimidad. ¡Ah! tu comportamiento también ayudará.
Sobre nuestra amistad. Isabellita nos amamos el uno al otro eso es innegable y yo quisiera que entre nosotros haya la máxima confianza posible, pero eso no nos convierte en amigos, es imposible que podamos ser amigos pues entre dos amigos no hay una relación de jerarquía ni de responsabilidad de uno sobre el otro, en todo caso sería una relación asimétrica que no nos beneficiaría. Dos amigos de verdad son transparentes el uno con el otro, yo sé que habrán cosas que no me querrás contar y otras que yo no querré oír. Esto no quita que seremos un padre y una hija que se quieren, que se tienen y que confían el uno en el otro al 100%.
Sobre lo que te gusta. Hijita te daré siempre las cosas que te gustan, salvo que no las hayas sabido pedir, te produzcan daño o me sea materialmente imposible dártelas. Isabellita "es que me gusta" es una opinión, no una razón.
Amor mío todo esto se cumplirá (tenlo por seguro) mientras vivas en el hogar que tu mamá y yo hemos formado, luego cuando extiendas las alas y formes tu propio nido, serás tú la que me digas las reglas que tendré que acatar cuando pase por él.
Como tú me dices, te amo demasiado.
Tu papi
PD. Sé que algunas palabras y posiciones no las vas a entender, no te preocupes con el tiempo las entenderás (mi realismo dice que una buena parte será cuando seas madre)
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