Palabras por las Bodas de Plata de la Promocion Ini Allin. Colegio San Francisco de Asis.

Reverendo padre José Luis Gonzalez Químper director del colegio San Francisco de Asís

Profesor Jorge Benavides Benavente Director Académico

Señoras y señores del claustro de profesores.

Señoras y señores invitados

Estimados alumnos del colegio.

Queridos compañeros de promoción.

Paz y bien.



Un 18 de diciembre de 1989 estuve delante de algunos de uds. para dar las palabras de despedida de la, en ese entonces, promoción saliente Ini Allin 1989 y hoy 2.192 días después tengo la suerte y el honor de haber sido designado por mis compañeros para dirigirles unas palabras nuevamente.

Aún recuerdo aquel discurso del año 89, que con la bisoña e ingenua arrogancia de la adolescencia se centró en destacar lo buenos que habíamos sido, que si fuimos los primeros en darle un campeonato escolar al colegio, que si fuimos campeones de atletismo en la provincia o que si fuimos finalistas en tal o cual concurso de ciencias.

Hoy, con la sapiencia que me da este largo recorrido de 25 años, he preferido centrar estas palabras en sólo dos mensajes: por un lado recordar quienes somos, como muestra de nuestra identidad, y en segundo lugar, agradecer a los que les debemos tanto, como muestra de nuestra gratitud.



¿Cuál es nuestra identidad? ¿Quiénes somos? La respuesta a estas preguntas es una y simple: somos unos buenos muchachos que pasamos una época escolar deliciosamente divertida. No podemos tapar el sol con un dedo, no podemos soslayar que hicimos algunas cosas no tan buenas, dar la vuelta a la clase y provocar un síncope a nuestra profesora no estuvo bien, fugar del segundo piso del local de la calle Comercio por la escalera del pintor fue censurable, organizar un ensayo de la banda en plena clase de literatura fue un error; pero todo ello fue una expresión de la energía de un grupo de chicos que tenía más creatividad que autocontrol, el mismo nombre de nuestra promoción es una muestra clara de nuestra originalidad, somos la primera y creo que hasta ahora la única que reivindico su peruanidad escogiendo un nombre en aymara, aún hoy nos preguntamos quién fue el autor de tan peregrina idea.

En esos años escolares configuramos nuestra propia fauna, pues en la clase tuvimos un gato, un burro, un gallo, un pato feo y hasta un mono; no tuvimos fronteras étnicas pues estuvieron con nosotros un Cholo, un Charro, dos Chinos y dos Negros; tuvimos a los que mantuvieron la herencia paterna por vía del apodo, ahí tenemos a Tarjeta, Titino, Changuito, Coropije, Mameluco y Chaflán; por su puesto a falta de un Loco tuvimos tres; tuvimos al Gordo, al Flaco y hasta al Muerto, sin olvidar que el mismísimo Demonio compartió carpeta con nosotros; y por nuestras aulas pasaron los que tenían el sobrenombre de inexplicable procedencia, nos acompañaron: Michicha, Chamamel, Poto Sucio, Abono y Tripa Loca. Todos juntos formamos una efervescente y turbulenta pandilla de amigos que compartimos los mejores años de nuestra infancia y adolescencia.



Ahora, permítanme pasar a los agradecimientos, es indubitable el agradecimiento a nuestro querido colegio, representado por el padre director, nuestra alma mater, aquellos muros pequeños y cálidos que nos tuvieron consigo durante el viaje que fue nuestra educación escolar, para algunos un lustro vibrante, para otros once apasionantes años.

Quiero agradecer a nuestros profesores, comenzando por el decano el profesor Juan Motta Pacheco. Profe, hace algún tiempo estuve en Londres dando una conferencia, estando en ella no pude dejar de acordarme de Ud. me provocó comenzar con un contundente I am a boy. You are a girl.

También nuestro agradecimiento al profesor Jorge Benavides, muchos cráneos de la promoción llevan su huella, pero no se preocupe profe, todos sabemos que era justo y necesario.

Nuestro agradecimiento al profesor René Muñoz, un estupendo profesor de matemáticas, aunque siempre lo recordaremos por haber sido el mejor delegado de una selección de fútbol escolar.

A nuestro profesor Eduardo Miranda queremos decirle que: - - . (G) . - . (R) . – (A) - . - . (C) . . (I) . – (A) . . . (S) si profe, al final aprendimos el código morse.

A la señorita Julia Almonte queremos agradecerle porque a través de la biología nos enseñó que no siempre el mejor camino es el recto, que las curvas también importan.

Al profesor Ángel Salas nuestro eterno entrenador, profe gracias a Ud. cada vez que paso por el camping me dan ganas de correr hasta la casa verde.

Como no agradecer a los que no están con nosotros ya. Al profesor Alberto Montoya cuyas pulcras revisiones de medias nos hicieron temblar más de una vez. A la srta. Maruja Cano quien muchas veces nos hizo sentir el peso de su química autoridad. Al profesor René Calienes quien con soberano esfuerzo nos hizo entender que las integrales era un tipo de operación y no unas galletas. Al padre Gilberto Gordillo quien muchas veces nos aplaudió, lastimosamente fue la cara y no nuestras buenas acciones.

He dejado para el final un profundo y encarecido agradecimiento para la srta. Rosa María Alfaro de Rivera, que fue el puntal seminal de nuestra educación, srta. Rosa, ud. no sabe lo importante que ha sido para la vida de muchos de nosotros.

La memoria y la estrechez del tiempo no han permitido que nombre aquí a otros profesores a los cuales pido me sepan disculpar.

Y termino este punto de mi intervención nombrando a dos personajes de nuestra vida escolar, a dos personas que no olvidaremos jamás. El primero es el gran Honorato, jamás en mi vida he visto una persona que pueda controlar mejor la puerta de un colegio, con Honorato en la portería de la selección seguramente íbamos al mundial. La otra persona ya no está con nosotros, y es el muy recordado don Silverio quien con sus turrones, sus panes con palta y su chicha calmó el hambre y la sed de generaciones y generaciones de franciscanos, descanse en paz don Silverio.



En este momento quiero hacer un alto para dirigirme a los chicos de la promoción que egresa este año, he pensado mucho en que decirles y no he encontrado las palabras adecuadas, hasta que vino a mí uno de los eventos que marcaron la historia del mundo contemporáneo, este año se celebra el centenario del inicio de la I Guerra Mundial. Chicos, vuestra partida del colegio y la etapa que inician no será tan dantesca como la Gran Guerra, pero he querido rescatar para uds. una obra del mejor poeta inglés de todos los tiempos, Rudyard Kipling, Kipling escribió este poema para su hijo que marchaba a batallar en los campos de Europa, me arrogo, en este momento, el nombre de mis compañeros y tal vez el de sus padres para dedicarle IF, así dice

Si puedes mantener la cabeza en su sitio cuando los que te rodean la han perdido y te culpan a ti.

Si puedes seguir creyendo en ti mismo cuando todos dudan de ti, pero también aceptas que tengan dudas.

Si puedes esperar y no cansarte de la espera;

o si, siendo engañado, no respondes con engaños,

o si, siendo odiado, no dejas lugar al odio

Y aun así no te las das de bueno ni de sabio.

Si puedes soñar sin que los sueños te dominen;

Si puedes pensar y no hacer de tus pensamientos tu único objetivo;

Si puedes encontrarte con el Triunfo y el Desastre,

y tratar a esos dos impostores de la misma manera.

Si puedes soportar oír la verdad que has dicho,

tergiversada por villanos para engañar a los necios.

O ver cómo se destruye todo aquello por lo que has dado la vida, y remangarte para reconstruirlo con herramientas desgastadas.

Si puedes apilar todas tus ganancias

y arriesgarlas a una sola jugada;

y perder, y empezar de nuevo desde el principio

y nunca decir ni una palabra sobre tu pérdida.

Si puedes forzar tu corazón, y tus nervios y tendones,

a cumplir con su deber mucho después de que estén agotados,

y así resistir cuando ya no te queda nada

excepto la Voluntad, que les dice: "¡Resistid!".

Si puedes hablar a las masas y conservar tu virtud.

o caminar junto a Reyes, sin menospreciar por ello a la gente común.

Si ni amigos ni enemigos pueden herirte.

Si todos pueden contar contigo, pero ninguno demasiado.

Si puedes llenar el implacable minuto,

con diligente labor por valor de sesenta segundos

Tuya es la Tierra y todo lo que hay en ella,

y lo que es más: ¡serás un Hombre, hijo mío!


Muchachos esta belleza de poema resume el saludo y mensaje de sus amigos de la promoción Ini Allín.



Estimados amigos no quiero robar más de su tiempo así es que he de concluir. El observador agudo habrá visto dos sillas vacías en medio de nuestra delegación, pues quiero decirles que esas sillas no están vacías, esas son las sillas que ocupan nuestros compañero Rando Barreda y Fabrizio Maccera, ellos partieron para reunirse con el Señor hace algunos años, pero ningún minuto han dejado de acompañarnos, y con ese par de sillas queremos transmitir a todos, que nunca los hemos olvidado, ni lo haremos. Gracia amigos por estar hoy día con nosotros.



Termino con un mensaje para mis hermanos de la promoción INI ALLIN, como humilde inmigrante, he tenido que vivir en cinco ciudades distintas, de tres países diferentes; ese bagaje me ha enseñado muchas cosas, entre ellas la más importantes ha sido que…

Crecer es aprender a despedirse, y envejecer aprender a reencontrarse.

Amigos, yo no he imaginado una forma más maravillosa de comenzar a envejecer que reencontrarme con ustedes esta noche.



Muchas gracias



Mollendo, septiembre de 2014



Comentarios

Unknown ha dicho que…
Grande, amigo, grande...
Y qué oportuno ir propalando a Kipling entre las nuevas generaciones...
Un fuerte abrazo, escribidor!
cesar velasquez ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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