¿Por qué discutimos?
(a) Los sentimientos vienen primero, el razonamiento lógico después. Antonio Damasio.
(b) No usamos el raciocinio para llegar a un juicio, lo usamos para justificar la decisión que tomaron nuestros sentimientos. Jonathan Haidt
(c) Las personas detestan ser incoherentes, se sienten muy incómodas. Eduard Punset et al.
(d) Las personas al sentirse atacadas dejan de razonar y ceden el control de las respuestas al cerebro reptiliano, el que asegura la supervivencia. Rasgo biológico demostrado científicamente.
Importante: La siguiente historia es verdadera, pero ha sido adaptada para proteger la privacidad de las personas involucradas y por simplificación didáctica.
Tengo una buena amiga, de la cual me consta tiene una fuerte escala de valores y un comportamiento ético firme.
Hace unos días me comentaba de su nuevo romance, realmente está enamorada de “Mr. Ch”. En medio de la conversación me dice que él antes trabajaba en un organismo supervisor del estado y ahora trabaja en una de las empresas a la que supervisaba.
- Eso es antiético – le digo – más aún está penado.
- Bueno, lo están investigando; pero a mí no parece nada malo.
(a) En ese momento fueron sus sentimientos los que la posicionaron moralmente, fue su sentimiento de amor el que habló.
- Pero es la ley, ni tú ni yo podemos discutirla o cambiarla
- Él toda su vida ha trabajado en… ¿Qué quieren que haga? ¿Que no trabaje?
(b) En ese momento puso su raciocinio al servicio de sus sentimientos (intentando encontrar argumentos para su posición).
- Pero es lo mismo que dicen los colectiveros informales, que su derecho a trabajar está por encima de la ley. Estabas de acuerdo conmigo en que eso no era ético.
- ¿Lo estás comparando con un colectivero?! – respondió visiblemente molesta.
(c) La demostración de su incoherencia la hizo sentir atacada.
- Sólo te hago referencia a que es la misma justificación que usan los colectiveros y los delincuentes “necesito alimentar a mi familia, entonces me puedo saltar la ley”.
- No es ningún delincuente (*) te has pasado, adiós!
(d) Al sentirse atacada el raciocinio se desconectó, tomó el control el cerebro reptiliano que en estas situaciones propone sólo dos opciones fight o fly.
(*) “Mr. Ch” está siendo investigado por un presunto caso de puertas giratorias.
(b) No usamos el raciocinio para llegar a un juicio, lo usamos para justificar la decisión que tomaron nuestros sentimientos. Jonathan Haidt
(c) Las personas detestan ser incoherentes, se sienten muy incómodas. Eduard Punset et al.
(d) Las personas al sentirse atacadas dejan de razonar y ceden el control de las respuestas al cerebro reptiliano, el que asegura la supervivencia. Rasgo biológico demostrado científicamente.
Importante: La siguiente historia es verdadera, pero ha sido adaptada para proteger la privacidad de las personas involucradas y por simplificación didáctica.
Tengo una buena amiga, de la cual me consta tiene una fuerte escala de valores y un comportamiento ético firme.
Hace unos días me comentaba de su nuevo romance, realmente está enamorada de “Mr. Ch”. En medio de la conversación me dice que él antes trabajaba en un organismo supervisor del estado y ahora trabaja en una de las empresas a la que supervisaba.
- Eso es antiético – le digo – más aún está penado.
- Bueno, lo están investigando; pero a mí no parece nada malo.
(a) En ese momento fueron sus sentimientos los que la posicionaron moralmente, fue su sentimiento de amor el que habló.
- Pero es la ley, ni tú ni yo podemos discutirla o cambiarla
- Él toda su vida ha trabajado en… ¿Qué quieren que haga? ¿Que no trabaje?
(b) En ese momento puso su raciocinio al servicio de sus sentimientos (intentando encontrar argumentos para su posición).
- Pero es lo mismo que dicen los colectiveros informales, que su derecho a trabajar está por encima de la ley. Estabas de acuerdo conmigo en que eso no era ético.
- ¿Lo estás comparando con un colectivero?! – respondió visiblemente molesta.
(c) La demostración de su incoherencia la hizo sentir atacada.
- Sólo te hago referencia a que es la misma justificación que usan los colectiveros y los delincuentes “necesito alimentar a mi familia, entonces me puedo saltar la ley”.
- No es ningún delincuente (*) te has pasado, adiós!
(d) Al sentirse atacada el raciocinio se desconectó, tomó el control el cerebro reptiliano que en estas situaciones propone sólo dos opciones fight o fly.
(*) “Mr. Ch” está siendo investigado por un presunto caso de puertas giratorias.
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