#Animalia. Don Carlos, el de la GRASA



DON CARLOS, EL DE LA GRASA

Años atrás Animalia S. A. había tenido un éxito sin precedentes, que la llevó a triplicar su tamaño y a extenderse por toda la selva, en cierto momento, dicho crecimiento, fue muy difícil de controlar con los métodos antiguos, tal desorden, llevó varias veces a Animalia S. A. ante los tribunales. Se decidió que esa situación de anarquía tenía que acabar, por ello se creó la Gerencia de Rastreo de Asuntos de Suma Atención (GRASA), que reportaba, directamente, al más alto estamento de dirección de Animalia S. A., el Consejo.

Puestos en el presente, respondiendo a la convocatoria del Consejo, don Carlos Hipopótamo, el director general de la gerencia, hacía una muy detallada exposición sobre la evolución de la GRASA en los tres años de creación que tenía, el power point era impoluto y contaba con cientos de datos muy estrictos, para terminar dijo:

—… es así que los 3.500 animales que conformamos la GRASA, nos sentimos satisfechos de los avances realizados en estos tres años. Gracias por su atención.

Hubo unos muy correctos aplausos en la sala.

Ejem —se aclaró la voz don Pedro Elefante el consejero delegado —don Carlos ¿y ahora tenemos menos juicios?

—No, don Pedro —respondió dignamente Don Carlos Hipopótamo.

—¿Y seguimos necesitando los 3.000 animales de GRASA don Carlos?

—Por supuesto don Pedro, necesitamos 1.500 animales para supervisar el cumplimiento de nuestras 1.200 políticas, 6.200 procesos y 13.143 procedimientos.

—¿Y los otros 2.000 animales don Carlos?

—Ah, a esos los necesitamos para seguir escribiendo políticas, procesos y procedimientos —dijo, muy seguro de sí mismo, don Carlos Hipopótamo.

Don Pedro Elefante calló. En el acta del Consejo se escribió:

«Don Carlos Hipopótamo presentó brillantemente el avance de la GRASA en la empresa».

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